Interacciones para coexistir

Los servicios ecosistémicos se asemejan a los servicios públicos (luz, agua, gas, etc.) que pagamos cada mes, pero en este caso son provistos por la naturaleza, que no nos cobra en dinero. Las ciudades son ecosistemas también. Te presentamos las características de los servicios ecosistémicos de la ciudad de Medellín, a partir de los resultados de la Propuesta de Gestión Integral de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos para Medellín, realizada por última vez en 2012.

Los ecosistemas y las especies que los habitan contribuyen de manera determinante al bienestar humano, a través de procesos conocidos como servicios ecosistémicos. Estos servicios son beneficios que obtienen las comunidades (directa o indirectamente) a partir del buen funcionamiento de los ecosistemas.

Las ciudades también son ecosistemas porque tienen componentes bióticos (seres vivos) y abióticos (es decir, inertes, como el viento, la humedad, la temperatura), que en conjunto conforman un sistema en donde los organismos interactúan entre sí, como los ecosistemas naturales. 

Entonces, Medellín es un ecosistema en el que es posible encontrar aproximadamente 445 especies de aves, 67 de peces, 30 de anfibios, 44 de reptiles, 91 de mamíferos, 1356 de insectos y 2603 de plantas. Además de nosotros. En definitiva, una ciudad abarrotada.

Un ecosistema que conserva gran parte de sus características puede ofrecernos una mayor cantidad de servicios, a diferencia de uno que esté degradado, es decir que haya sufrido cambios por efecto de la fragmentación, deforestación y actividades humanas.

Por eso, se ha establecido que la pérdida de biodiversidad y la degradación de los ecosistemas tienen un impacto significativo sobre la seguridad alimentaria, la salud, la vulnerabilidad e incluso la libertad de las poblaciones humanas.

Dada su importancia en nuestra vida cotidiana, los servicios ecosistémicos fueron clasificados en 4 grupos con el fin de poder evaluarlos e incluirlos en el desarrollo de políticas de conservación de los ecosistemas.

De acuerdo a esta clasificación, los servicios ecosistémicos se dividen en servicios de provisión, servicios de soporte, servicios de regulación y servicios culturales.

Los servicios de provisión también se conocen como de aprovisionamiento. Son los que podemos reconocer más fácilmente pues nos proporcionan nuestro sustento básico.

Aquí se agrupan aquellos bienes y productos que obtenemos de los ecosistemas, como las fibras, la madera, la leña, el agua, el suelo, así como los alimentos derivados de la agricultura, la ganadería, la pesca y acuicultura. Dentro de este grupo también están las plantas e insectos medicinales, y los recursos genéticos.

Los servicios de soporte ocurren gracias a los procesos ecológicos básicos que aseguran el funcionamiento adecuado de los ecosistemas. Dada su magnitud, están enmarcados en escalas de tiempo y espacio mucho más amplias que las de los otros servicios ecosistémicos. 

Los procesos ecológicos como la producción primaria (crecimiento de plantas), la formación del suelo, la provisión de hábitat para especies y el mantenimiento de la biodiversidad, el ciclado de nutrientes, entre otros, hacen parte de esta categoría. 

Los servicios de regulación son procesos ecosistémicos complejos que regulan las condiciones del ambiente en que realizamos nuestras actividades productivas.

La regulación y purificación del agua, la regulación climática, de la calidad del aire, de vectores de enfermedades, y de la erosión de los suelos, son algunos de los servicios en esta categoría. A pesar de su importancia para nuestro bienestar, son difíciles de reconocer y por lo tanto, de valorar.

Están los servicios culturales, que son beneficios no materiales que obtenemos de los ecosistemas. La contemplación de la naturaleza puede brindarnos inspiración para nuestras creaciones artísticas e intelectuales, además de fomentar el enriquecimiento espiritual, la reflexión y el desarrollo cognitivo. Un ecosistema conservado también reduce nuestros niveles de estrés al exponernos a la belleza escénica de sus paisajes.

Los servicios culturales dependerán de nuestras percepciones acerca de los ecosistemas y sus componentes.

A pesar de los altos índices de urbanización de Medellín, la ciudad aún conserva parte de su biodiversidad original, lo que garantiza que sigamos recibiendo generosamente los servicios ecosistémicos producidos por ella. Depende solo de nosotros que continúe así.

María Camila Estrada
María Camila Estrada

Bióloga, MSc, especialista en edición de publicaciones. Las aves son mis bichos preferidos, pero odio madrugar.
Cofundadora de SatúrnidaLab


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